Hízose de noche, y el viento siguió bramando
en la costa, y los buques anclados en el puerto
chocaban con las embarcaciones pequeñas, y los
muelles estaban completamente desiertos. :
A pesar de esto, á bordo del buque, al que lia-
maban el brick indio, veíase á dos hombres que
estaban echados el uno al lado del otro al pie
del cabrestante, hablando en voz baja.
Aquellos dos hombres eran Noel y Milón.
Ambos podían haber entrado impunemente en
la tienda del frutero de la calle de Vert-Bois con
la seguridad de que no los habrían reconocido.
Milón se había convertido en un mulato de her-
mosa presencia, y el color aceitunado sentaba ad-
mirablemente á sus gruesos labios, á sus cabellos
Negros, y á sus anchos hombros de hércules de
feria.
En cuanto á Noel, se transformó en un verda-
Millones gitana —9