Te seguí paso 4 paso en la sombra, espiándote
día por día y destruyendo frecuentemente tu obra.
¿No es cierto que te interesabas por Gipsy y
que querías quitar de en medio á sir Jacobo?
¿Sí? Pues bien, rescaté 4 sir Jacobo Nively, y
éste mandará matar á Gipsy.
¡Y quiero que lo sepas todo antes de morir!
¡porque vas “4 morir, Rocambole!
Y (fimoleón, al decir esto, se retorcía en el sue-
lo del corredor subterráneo, blasfemando y mal-
diciendo,
En lo' que se debilitaba su voz, se comprendía
que si bien estaba gravemente herido, podía aún
vivir algún tiempo.
Rocambole cogió la caja de fósforos que tenía
Vanda en la mano, y después de encender una,
pasó la mano por el improvisado yentanillo, para
Hduminar el corredor.
El espectáculo que presenció era de los más
extraordinarios.
En el corredor, que apenas tenía tres pies de
ancho, vió Rocambole á dos, y un objeto, del que
no pudo en el primer momento precisar la for-
ma, porque sólo lo vió de una manera imper-
fecta, pues lo ocultaban á media los dos hom-
bres,
De éstos, el uno trataba de levantar al otro.
El que quería auxiliar á su compañero; era el
Pastelero, E
El otro, Tintoleón, Hacía en vano esfuerzos para
ponerse en pie, y volvía á caer al suelo dando
gritos de rabia.
La bala de Rocambole, le había roto la pierna,
—TAh!—exclamó echando espumarajos dé rabia,
=]No por eso has ganado la partida, Rocambole!
Al mismo tiempo, arrastróse para dejar al des-
cubierto el objeto que Rocambole no hiciera más
que entrever,