Era un agujerito practicado en la pared; un agu-
iero hecho con una barrena ó un taladro.
La cama de Gipsy no toca á la pared y un sen-
timiento de curiosidad me impulsó á entrar en la
alcoba,
'erqué al agujerito y mie puse á mirar di-
agujero vi 4 un hombre sentado
' en la habitación del viejo.
1bre estaba vueltó de cara á mí.
' 0]
CLA!
el viejo, ¡era el inglés! Si lo dudáis,
del
|
zapatos Milón y el frutero y am-
al portal subiendo la escalera sin
18 ruido,
de su cuarto había dejado el Muñeco
sornada la puerta.
Ch lormía aún.
co penetró de nuevo en la alcoba y
sarse al agujero.
4 Milón de la mano, y atrayéndole con
ra le obligó á ocupar su sitio.
1 miró á su vez y retrocedió en seguida un
Es éll—dijo.
Muñeco cogió otra vez del brazo á Milón.
síi—repitió éste,
lo mismo que si hubiese estado atacado
mM vértigo, Ó al menos, como si tuviese mie-
do de engañar se con sus propios ojos, se volvió
hacia el frutero y le hizo acercarse á su vez al
agujero practicado en el tabique.
11 xo no había vista á sir Jacobo más que
El frute
letargado y: por consiguiente como muerto.
e la sazón sir Nively tenía los oios abiertos y.