soltura, y bajó por la escalera á pesar de los su-
frimientos que le producían los abrasados pies
cuando quería andar.
»Al volverme le vi detrás de mí que estaba rién-
dose.
»Nadir, por el contrario, parecía contrariarle esto
'wivamente y estaba dándole vueltas á la llave.
» Hassan seguía riéndose lleno de satisfacción y
puso su mano en la llave y mirando con aire bur-
lón como queriendo hacer ver su superioridad so-
bre nosotros, le dió á Ja llave cierto número de
vueltas y la puerta se abrió, pareciendo á nues-
tros ojos los tesoros del rajah Osmany.