= Y9 a
»Corriendo el riesgo de romperme brazos y pier-
nas, quise arrojarme al suelo desde lo alto de
aquella torrecilla en la que me hallaba; pero, á
la cuenta, el elefante adivinó mi intención, por-
que echó la trompa hacia atrás, alargándola ha-
cia mí y cogiéndome por los hombros me obli-
gó á permanecer prisionero en la torre.
»Al mismo tiempo precipitó la carrera con cre-
ciente furia. ] :
No perdí, empero, toda mi sangre fría y, vien-
do que mis compañeros no echaban á correr de-
trás de mí para prestarme auxilio, empecé á su-
poner que el oro de Tippo Runo los había co-
rrompido, !
»Y, en efecto, ni siquiera se apartaron del cami-
no que seguíamos poco antes, y muy pronto, tan
rápida era la carrera de mi elefante, los perdí
de vista.
»Al mismo tiempo que esto ocurría, recordé que
los indostanes, aprovechándose de la maravillo-