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» Y continuó la joven:
»—Después han venido muchos hombres.
»—/ Y quiénes eran?
»—Mo pareció reconocer al que los mandaba;
era el que se llevó al hijo de Hassan.
»—Perfectamente, —dijo Nadir, —no cabe duda al-
guna; es Tippo Runo.
»—Han llamado á la puerta y el anciano les
abrió. Como una hora después, han vuelto á salir
y se han dirigido al canal,
»—¿ Y el vaínciano ?
»—Está dentro.
»Llamamos varias veces y nadie respondió; pero
oímos detrás de la puerta un fuerte ronquido.
»Como Nadir tenía una fuerza hercúlea, dió con
la espalda en la puerta, y la puerta cedió,
»Apercibimos á Kureb tendido en el suelo, dur-
miendo.
» Había apurado el resto del contenido de la ta-
za del brebaje que Nadir había compuesto para
arrancar el secreto 4 Hassan, y del que éste había
bebido sólo parte del contenido. ;
Entonces comprendimos todo Nadir y yo.
Kureb había vuelto por su amuleto, y, sin duda,
tuvo sed; vió la taza y apuró el resto del conte-
nido de ella, sintiendo los efectos del brebaje. En
aquel estado lehabían encontrado los subordina-
dos de Tippo Runo, que habían vuelto á casa del
sastre, y Kureb, que no era dueño de su razón,
les había descubierto. el secreto,
«Nadir me dijo:
»—No desesperes todavía; y á menos que Tip-
po Runo no se haya wvarchado de la 'ndia devol-
verá el tesoro