Full text: El niño perdido (2)

| 
| 
= 19 = 
La “amenaza referente á su padre la hizo, sin 
embargo, enmudecer y temblar, y el encanto fas- 
cinador de aquel hombre recobró todo su poder. 
—¿Qué es lo que queréis de mí?—preguntó. 
Bajó la cabeza y un temblor convulsivo agitó 
su Cuerpo. 
—Deseo hablar con vos—dijo el Hombre Gris. 
Y la cogió la mano. 
En el alma de la joven se había levantado una 
tempestad. 
Si con la mirada se pudiese matar, quedara allí 
muerto el Hombre Gris en el momento en que 
se atrevió á cogerla de la mano para llevarla has- 
ta 'un sillón, en el que la obligó á sentarse, que- 
dándose en pie delante de ella, 
—Tenía mucha razón, lady Elena, cuando hace 
'un momento dije que estaba en inteligencia con 
gentes de vuestra casa. Acabáis de tener una prue- 
ba de ello; hicisteis fuego sobre mí y vuestras pis- 
tolas no dispararon. ¿No adivináis que una mano 
adicta é invisible preparó lese resultado? Ahora ha- 
blemos, si lo tenéis á bien. : 
No le respondió lady Elena, y esperó. 
—Vengo, lady Elena, para ofreceros la paz ó 
la guerra—siguió diciendo tel Hombre Gris. —AÁ vos 
os toca escoger. La paz es la abstención de vues- 
tro padre y la vuestra ¡en esos asuntos que tan 
mezclados estáis. Sois vástagos degenerados de una 
“aza muy venerada en Irlanda, é. hicisteis traición 
á la más noble de las causas. 
Hizo en esta ocasión lady 'Elena un esfuerzo 
supremo, irguió la cabeza y afrontó la mirada 
del Hombre Gris, 
—Seguid —dijo. 
—Vuestro padre hizo traición 4 Irlanda y en- 
tregó á su hermano. 
—Mi padre dejó de ser irlandés; es inglés—re- 
plicó lady Elena,
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.