Full text: El niño perdido (2)

rece, Apostaría cualquier cosa á que pronto le 
tomarías cariño. 
—Y prueba de ello es—respondió Bulton,—que 
quisiera conservarle á mi lado. 
—¡Ah! No has de hacer nada de eso—replicó 
Susana.—Y además me lo has prometido, ¿no es 
verdad ? 
—Y vuelvo á repetir la promesa; pero la cum- 
pliré después que haya cortado la cuerda, 
—Sea—dijo Susana.—No obstante eso, tengo de- 
seos de hacer una cosa. 
—¿ Cuál es? 
—Irme sola á dar vueltas por los alrededores 
de San Gil. 
—¿Para qué? 
—Para enterarme con maña de si se ha perdido 
ó no algún niño... y si han visto á alguna madre 
que anduviese en busca de alguno por allí y... 
—Para eso hay tiempo mañana, 
—¿ Y por qué no hoy? 
—Te lo repito; porque le necesitamos esta no- 
che. Además, supón que se despierta durante tu 
ausencia... 
—Es verdad—dijo Susana,—te cansarás y le pe- 
garás. Sí, tienes razón, vale más que me quede; 
pero ¿cómo componernos para hacerle esperar 
hasta mañana? 
—Cuando se despierte tendrá gana de comer, 
—Sí, es probable, 
:«—Y sed. 
“—Puede que sí. 
—Pues bien, ya sabes que cuando nosotros los 
ladrones queremos hacer dormir á alguno, em- 
borrachándole lo conseguimos con mucha facili- 
dad. Dos gotas de ginebra y dos de bitter qa un. 
jarro de cerveza negra, y es cosa hecha, 
—¡ Calla! —ordenó Susana 
| 
| 
o 
' 
| 
Í
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.