Full text: Historia de Gil Blas de Santillana

HISTORIA DE GIL BLAS DE SANTILLANA 8l 
»va, pero es más gustosa y divertida la 
»otra, y yo soy amante de la alegría y de 
»la libertad. Voy viendo que tengo traza 
»de exonerarme de este empleo y desapa- 
»recer el día menos pensado para rebirar- 
»me 4 las montañas que están en el na- 
»cimiento del Tajo. Sé que hay allí cierta 
»madriguera habitada por una valerosa tro- 
»pa llena de catalanes determinados, cuyo 
»nombro es su mayor elogio. Sr me quie- 
»res seguir, iremos á aumentar el número 
»de aquellos grandes pa 3. Me brin- 
»dan con el empleo de capitán de tan ilus- 
»tro compañia, y haré que te reciban en 
sella, asegurándoles que diez veces te he 
»visto combatir 4 mi lado, y ensalzaré 
»hasta las nubes tu valor. Hablaré más 
»bien de ti que un general de un oficial 
ando le quiere adelantar ; pero me guar- 
ró de tomar en boca la pieza que nos 
raste, porque esto te haría sosp: 
»y asi no diré palabra de la aventura con- 
»sabida. Ahora hiena — añadió, — ¿estás 
Is ¿xo 4 seguirme? Espero tu respuesta.» 
—Cada uno tiene sus inclinaciones— 
ri sand ¿4 Rolando ;—-usted es inclinado á 
las empresas arduas y peligrosas, y yo á 
y 
una vida tranquila y racia 
—Ya te entiendo—me interrumpió :— 
Arm la; La > Y Arm ” merry] "Lay 
aquella senora, cuyo amor te hizo hacer 
lo que emprendiste, la tienes todavía muy 
lent Pe : . > 
dentro lel corazón; y sin duda que en 
able compañía gozas aquella vida 
y gustosa ú que llama. tu in- 
clinación, Confiesa con sinceridad que des- 
pu 38 de haberle restit 
báls comiendo juntos log doblones 
cogisteis y robasteis do la cueva. 
hespondile que estiba muy equivocado, 
y para desengañarle, en pocas palabras 
le conté toda la historia de la señora, con 
ido sus muel li S es- 
A "MEL mr . 2 
to 3) 10 Amas que me habi » sucedido UCsS- 
€ dee 
Al fin de la comida me volvió ¿4 hablar 
lanes, y me confesó que 
estaba rasuel á juntarse con ellox, 
volviéndome á dar otro tiento para por 
razase aquel partido, 
Pero, viendo que no lo podía conseguir, me 
miró con « alre al 1 
ba seriedad feroz : 
—Ya que tienes el corazón tan vil y 
bajo que prefieres tu servil condición al 
honor de entrar en la compañía de hom- 
bres valeroso ss, te abandono á la villanía 
de tus ruines s inclinaciones : más escucha 
Gil Blas.—6 
Búuadirme á que «ab 
nero y me dijo con cier- 
bien las palabras que voy ú decwte y gri 
balas profundamente en tu memoria. Ol. 
vida enteramente que me volviste á en- 
contrar hoy, y jamás me tomes en boca 
con persona viviente de este mundo, por- 
que si llego 4 saber que alguna vez has 
hablado de mi... Ya me cono y na 
te digo más. 
Al decir esto, llamó al tabernero, pago 
la comida, y nos levantamos de la mesa 
para iy cada cual por su camino. 
, 
TIT 
DEJA GIL BLAS Á DON BERNARDO DE CASTEL“ 
BLANCO, Y ENTRA Á SERVIR Á UN ELR- 
GANTUB, 
Salimos do la taberna, y cuando nos 
¿bamos despidiendo uno y Obro, pasaba 
mi amo por la « alle. Vióme, y observé que 
vez se volvió 4 mirar con cui 
dado al capitán. Parecióme que le había 
sorpren lido el verme en compañía de se- 
mejante sujeto. A la verdad. la traza de 
] 
Rolando no excitaba ideas muy favorables 
res. Era hombre muy : 
die 
más de una 
nariz aguileña, 
rura, tenía 1 
randísimo bribón, 
engañé en mi sospech Y. Cuan- 
rnardo se retiró á casa por la 
lé muy prevenido 
tán, y propens: 
yroezas que yo le pud 
] 
mo hubiera atrevido á referlr- 
—Gil Blas—me dijo, —¿quién era aquél 
pajarraco con quien te vi poro ha? 
Respondile que era un alguacil, y. 
in A a econ es 
h 1 
respuesta  tíuchas 
pregun .«¿Y. COnO 14 vle y perplejo en 
respuestas, porque me acordaba de las 
] ] 
amenas de Rolando, cortó de repente la 
conversación y metióse en la cama. 
La mañana siguiente, luego que acabé 
do hacer las haciendas ordinarias, me en- 
7 ria] 
tregó en lugar de seis reales 
ucados 
—Toma, amigo, estos ducados por lo 
que me has servido hasta aquí, y vete dl 
servi Ae casa, que yo nó me puedo 
acon od 'on un criado que cultiva tan 
honradas amistade 3. 
De pronto no me ocurrió otra cosa que
	        
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