18 PRÓLOGO
do como un pistolelazo—, y, en la media luz de
la sala, una sombra se aleja.
No sé a punto fijo lo que debe ser un prólogo.
Si un prólogo puede ser la simple expresión de
las impresiones, de las sugestiones que el libro
ha provocado en el lector, he aquí consignadas
las mías. En cuanto al autor, el público pensa-
rá seguramente, como yo pienso, que es un es-
critor muy personal, muy vigoroso, con el vigor
de la síntesis, que sólo puede existir donde son
abundantes las ideas, y que retrata la Vida en
un estilo vivo también y diáfano.
W. FerNáNDEZ FLÓREZ.