148 JULIO VERNE
formaban el destacamento dirigido por el bushman, se
habían distribuído en dos partidas de igual número, pero
demostrando en su actitud que aquella separación les dis-
gustaba, y quizás tuvieran razón desde el punto de vista,
de la seguridad general. Aquellos buchmanos se veían
llevados lejos de los países que les eran familiares, lejos
de los ríos y praderas que solían frecuentar, hacia una
comarca septentrional recorrida por tribus errantes des-
graciadamente enemigas de los africanos del Sur, y en
tales condiciones no les agradaba dividir sus fuerzas. Pe-
ro con la intervención del foreloper y del bushman, acce-
dieron al fraccionamiento de la caravana en dos destaca-
mentos que, por lo demás (y ésta fué la razón que les tran-
quilizó algún tanto), debían trabajar a una distancia re-
lativamente corta, y en la misma región.
Al salir de Kolobéng el 31 de agosto, dirigióse la sec-
ción del coronel Everest al dolmen que había servido de
“mira en las últimas observaciones; penetró en la selva
incendiada y llegó al montículo. Reanudáronse las opera-
ciones el 2 de septiembre, y valiéndose de un gran trián-
gulo cuyo vé.tice sé apoyaba por la izquierda por un pos-
te levantado en una ligera eminencia, pudieron los obser-
vadores correrso diez o doce millas al Oeste del antiguo
meridiano.
Seis días después, el 8 de septiembre, estaba terminada
la. serie de triángulos auxiliares, y el coronel Everest, de
acuerdo con sus colegas y una vez examinados los mapas,
escogía el nuevo arco meridiano que debía medirse hasta
el vigésimo paralelo sur. Dicho meridiano estaba situado
un grado al Oeste del primero, el 23” al Este de Green-
wich. Así, pues, los ingleses no verificarían sus operacio-
nes a más de sesenta millas de los rusos, pero esta distan-