: AVENTURAS + 249
Más abajo de la catarata, «y en la superficie del:-rfo,'apa-*
cible ya, esperaba a los europeos la chalupa de vapor que
había lNegado hacía quince días por ún afluente inferior
del Zambeze. Todos estaban allí, y todos saltaron a bordo.
3 Dos hombres se quedaron'en la orillá': el bushman y el *
foreloper. Mokum era, más que un guía desinteresado,
pd un amigo, que log ingleses, y especialmente sir Juan, de-
e jaban enel continente áfricanó. Sir Juan le había ofreci-
do llevarle a Europa, y tenerle a su lado todo el tiempo :
que quisiera permanecer allí; pero Mokúm tenía compro-
misos ulteriores que cumplir; debía acompañar a David
Livingstone en el segundo viaje que el audaz doctor iba a
emprender en breve por el Zambeze, y el cazador no que-
ría faltar a su palabra. :
Mokum se quedó, pues, generosamente recompensado,
y lo que apreciaba más, afectuosamente abrazado por to-
dos aquéllos europeos que tanto le debían.
La chalupa se alejó de la orilla, tomó la corriente en
medio del río, y el último ademán de sir Juan Murray
fué un postrer adiós a su amigo el bushman.
El descenso de la rápida embarcación por el gran río
africano, a través de las numerosas aldeas que poblaban
sus orillas, se verificó sin entorpecimientos ni incidentes.
Los indígenas” miraban con supersticiosa admiración
aquel barco que despedía humo, impelido por: un meca-
nismo invisible por las aguas del Zambeze, y no molesta-
ro su marcha; - , ]
- El 15 dé junio, el coronel Everest y sus compañeros *
y : llegaron a Quilmiane, una de las principales poblaciones
á situadas en la"boca-más importante del río.
El primer cuidado de los européos fué pedir al cónsul