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AVENTURAS 35
vitó a los sabios ingleses de la Sociedad Real, a que se
asociaran a los franceses. Para la medición del metro,
debía decidirse si se habría de fundar en la longitud del
péndulo simple que marca el segundo sexagesimal, o si
se tomaría por unidad una fracción de uno de los círculos
máximos de la tierra; pero los acontecimientos impidie-
ron la reunión proyectada.
Por fin, en 1854, comprendiendo Inglaterra las venta-
jas del sistema métrico, y viendo, por otra parte, que se
fundaban sociedades de personas ilustradas y comercian-
tes para propagar esta reforma, resolvió adoptarla.
_ Sin embargo, el gobierno británico quiso guardar se-
creta esta resolución hasta el momento en que, merced a
nuevas operaciones geodésicas emprendidas por él, per-
mitieran fijar el grado terrestre con valor más riguroso :
no obstante, creyó oportuno ponerse de acuerdo a este
efecto con el gobierno ruso, que se inclinaba también a
adoptar el sistema métrico.
De ahí nació la comisión, compuesta de tres astróno-
mos ingleses y de otros tres rusos elegidos entre los indi-
viduos más distinguidos de las sociedades científicas. Los
designados por Inglaterra, fueron el coronel Everest, sir
Juan Murray y Guillermo Emery, y por Rusia, Mateo
Strux, Nicolás Palander y Miguel Zorn.
Reunida en Londres esta comisión internacional, deci-
dió ante todo efectuar la medición de un arco del meri-
diano en el hemisferio austral, para proceder después a la
misma operación en el hemisferio boreal, esperando así
deducir del conjunto de ambas operaciones Un valor exac-
to que satisficiera todas las condiciones del programa.
Faltaba escoger entre las diferentes posiciones ingle-
sas situadas en el hemisferio austral, como la colonia del
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