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CAPITULO XIII
Cuando «El Noy», obedeciendo las órdenes
de su jefe, se acercó al chofer, por la escala
del buque descendía el marinero de guardia
y el capitán, un chino bajo y gordinflón que
vestía guerrera y gorra galoneada.
—¿Ayudo a descargar ”—pregunta «El Noy»
al chofer ;—por diez céntimos, trabajo...
—¡ Fuela!, ¡fuela de aquí!...—interviene el
capitán.
El ayudante del inspector se encoge de hom-
bros y permanece quieto, presenciando la es-
cena. :
Entre el capitán, el marinero y el chófer,
se acercan a la camioneta y descargan la caja
y los sacos que dejan en el suelo. El chofer,
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