122 VALENTÍN R. GONZÁLEZ (BELISARIO)
ridad que quisieron irrogarse. Pero el prejui-
cio prevalece y prevalecerá aún por varios si-
glos. Lo mismo ocurre con los asiáticos; el
«peligro amarillo» se nombra como si se tra-
tara de una epidemia. Color... ¡maldito color!
«
Una potencia asiática, con loables ansias de
resurgimiento, convocó una asamblea magna
para hacer valer su pasado y para intervenir de
manera activa en los destinos de la Humani-
dad. Asistieron a esta asamblea, los más des-
tacados sociólogos, hombres de ciencia, polí-
ticos, estadistas, literatos, toda la gama se-
lecta de la potencia oriental.
Como resultado de esta reunión, acordóse
intensificar la propaganda patriótica por todo
el mundo: exportar productos del país ; fomen-
tar el turismo; dar a conocer sus artes y sus
ciencias; construir material de guerra ; enviar
técnicos a Europa y América para el estudio
de la marina y de la aviación; colocarse, en
O
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