134 VALENTÍN R. GONZÁLEZ (BELISARIO)
La niña hallada en la caja que iba a ser em-
barcada en el «Ho-ang-ti» ha recobrado el ha-
bla y está en franca vía de convalescencia. Esta
niña ha resultado ser la hija del matrimonio
burgués que el lector, al principio de la novela,
ha conocido en el despacho del Jefe superior
de Seguridad, cuando Pedro Sánchez reunió
a los padres de todas las chiquillas desapare-
cidas. s
Mientras «El Noy» indaga el domicilio de
Wu-yu, fabricante de collares, Pedro Sánchez,
acompañando al juez, se traslada al Hospital
Clínico, para interrogar a la niña.
La chiquilla, a pesar de su palidez, está con-
tenta; acaban de comunicarle que sus padres
han salido de Madrid y que llegarán a Barce-
lona de un momento a otro. Cuando el juez y
el inspector se acercan a la cama donde la chi-
quilla descansa, ésta se entretiene en hojear un
periódico ilustrado que le prestó una enferme-
ra. El departamento, de una sola cama, es !im-
pio y pulcro ; todo blanco, de un blanco de hos-