NIÑAS DESAPARECIDAS 161
después de prevenir a la mujer que tú viste,
sino que antes de entrar en la casa dijo en voz
alta que traía «órdenes de la señora...» La cosa
está clara. Lo mejor será efectuar un registro
sin miramientos de ningún género. Mientras
yo hablo con el Jefe de Policía para explicarle
todo lo ocurrido, prepara tú, de acuerdo con
el comisario de guardia, un copo en toda re-
ela: coche para detenidos, otro por si encon-
tramos a las niñas, y seis agentes. Vete con
todo ello y colócate a una discreta distancia de
la casa. En cuanto empiece a anochecer, iré a
reunirme contigo. En el entretanto, deja que
entre en la casa todo el que quiera, pero detén
a todo el que salga. Hasta ahora, pequeño.
Hasta ahora, inspector.
Al salir del despacho del Jefe de Policía y
antes de ir a reunirse con su ayudante para
efectuar el preparado registro, Pedro Sánchez
quiso interrogar a los dos chinos: a Wu-yu,
detenido hacía poco, y a Yao-yu, el vendedor
de collares que se trajeron desde Madrid. Este
último, cuando el inspector entró en el calabo-
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