Si e a E
NIÑAS DESAPARECIDAS > 93
en donde sólo pueden entrar europeos»... ¿Lo
recuerdas?... ¿sí O no?...
—Lo recuerdo, sí; pero no se excite usted.
- «He cenado con dos chinitas que parecian
europeas y que hablaban el francés como si
hubieran nacido en el mismo París»... ¿Fué
así o no fué así?
—Así fué, inspector.
—Esas chinitas te dijeron que tenían una
compañera...
—...que hablaba el castellano—terminó «El
Noy», recordando.—
—Y que no te fué posible verla porque es-
taba haciendo compañía a otros clientes...
¿No fué eso lo que me dijiste en un hotel de
Pekíny lo que,esta noche, has vuelto a repetir-
me?
—En efecto.
-Pues ya ves, pequeño—y poco a poco se
fué calmando el inspector ;—ya ves cómo una
buena memoria es necesaria en la vida. Aque-
llas palabras que no las oí yo, pero que las
captó mi subconsciente, han salido hoy a la
superficie a encontrarse con sus hermanas ge-
melas. ¿Me entiendes?
—Ni una palabra.