Full text: Sinvergüenzas

que la cosa es tremenda. Sal 
mará. 
»e Dios cómo lo to- 
—Que lo tome como quiera. Estaría L 
fuéramos a guardarl 
a un rufián. No, 
ueno que 
e miramientos y consideraciones 
hijita, no tengas aprensión ni es- 
crúpulo ninguno. A cada cual en este mundo 
se le 
trata conforme se merece. 
“A tout seligneur tout 
honneur”. ¡No faltaría más] A sobre todo, que no 
cabía otra solución. 
—Sí, sí, pero es el caso que él va a sospechar 
de mí. 
—Naturalmente que sospecl 
dé cuenta de la desaparición de 
comprender que es ob 
siendo a 15% 
rá. En cuanto se 
las cartas, tiene que 
ra tuya. Porque ón quién, no 
puede interesarle esa correspondencia, 
quién, no siendo tú, sabía en dónde estaba? Cl 
que sospechará. 
ni 
aro 
—¿Pero hasta el punto de pensar que haya sido 
yo misma quien se las ha quitado? 
—No creo que te juzgue capaz de tamaña osadía. 
Además, el portero te conoce, y 
drán decirle que te han visto 
casa. 
ni él ni nadie bo- 
entrar ni salir de la 
—Entonces, ¿qué imagina usted que supondrá? 
—Pues la verdad: que alguien lo ha hecho por 
encargo tuyo. 
—De todos modos, es muy molesto, 
—¿Tú vas a seguir con él? 
—Yo, no. ¡Qué disparate! ¡Líbreme Dios! 
— 25 —
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.