son los puntos de partida para la disociación. Se
ha observado due un área de la superficie de la
piel puede ser insensible durante el estado de luci-
dez y hacerse luego sensible en el estado hipnótico,
y viceversa, El cambio de identidad suele ocurrir
generalmente en una crisis histérica. Estos fenóme-
nos han sido estudiados muy bien por Binet, Ja-
net, Charcot, Flournay, Chaparede, Richet, Os-
¿good Mason... Iqué sé yo cuántos más! El doctor
Azam, en su interesante libro “Hypnotisme, dou-
ble conscience”, estudió el caso curioso de una mu-
chacha a quien él llamaba Flérida, que poseía dos
personalidades diferentes perfectamente definidas. El
doctor Janet estableció en su famosa Lucía tres per-
sonalidades: Lucía primera, Lucía segunda y Lucía
tercera. En cada estado la enferma recordaba todo
lo que le había acontecido en el mismo estado,
pero lo olvidaba después cuando pasaba al otro. En
cambio, la continuidad de la memoria en el mismo
estado era perfecta y los actos derivados del carác-
ter se realizaban completamente. El doctor Morton
Prince llegó a estudiar en la señorita Beauchamp
nada menos que cuatro personalidades distintas.
—¡Qué curioso! —comentó Román—. ¿Y dice us-
ted que estos cambios de personalidad obedecen a
una crisis histérica?
—Generalmente la causa inicial es una gran con-
moción o una entermedad grave que deprime inten-
o y] . . al .
samente el organismo. Esta causa inicial casi
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