Full text: El único tigre

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CAPITULO XXI 
BAJO LA ZARPA DEL TIGRE 
Strickland había obrado torpemente en el incidente del lla- 
vín de Bachilena. Corina lo había recogido del suelo mientras 
Ariadna estaba en la habitación y dejado dentro de un florero, 
sobre la repisa de la chimenea. Junto con el llavín había deja- 
do, en el fondo del florero, un corazoncito destrozado y aili 
estaban los dos, en el mismo sarcófago. 
Corina daba lástima. Esos lindos juguetillos que brillan res- 
plandecientes, rodeados de un nimbo de moda, suelen romper 
se en manos de aventureros, como León Bachilena. Esta cla- 
se de hombres suelen ser afables para ellas. Mientras dura el 
dinero, muestran una alegría efervescente y atractiva, y como 
no trabajan, no tienen preocupaciones, siempre están dispues- 
tos a divertirse: en cuanto se les llama, acuden; nunca están 
ocupados. Tienen el talento suficiente para convencer a las Co- 
rinas, de que pueden llegar a ser notables artistas con su apo- 
yo y saben conservar el hilo de su prestigio sin enseñar la oreja. 
León halagaba a Corina tocando al piano óperas bailables, 
con una sensibilidad y emoción que llegaba hasta el fondo del 
alma de la bailarina. Era apasionado y celoso cuando quería. 
Si hacían falta unas lagrimitas las vertía; en aquellos momen» 
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