Full text: Los amores de Francisco I.° y de la Gioconda

con su campamento, su Estado Mayor y sus 
tropas. . 
Paulino pensó algún tiempo sobre qué plan adop- 
taría, y al fin, con ese simpático gesto de des 
preocupación que le era habitual, dijo: 
¡Bah! Los acontecimientos me irán indicando 
el plan a seguir. 
Llamó a su escudero, el valiente Didier, al cual 
había encontrado al regresar a Pavía, con gran 
alegría de ambos. 
Didier se acercó en seguida. 
¡ Qué hay, señor? 
Hay... ¡que nos vamos! 
¡ Cuándo ? 
In seguida. 
Pero yo iba ahora a almorzar. 
Ya almorzarás en el camino... 
¡Oh!... ¡Un asado de pavipollo tan rico!... 
tan doradito y crujiente... ¡con un olor!.. 
A caballo te sabrá lo mismo. 
¡Quiá! mi capitán... ¡eso no! ¡El pavipollo 
frío no sabe bien!-—exclamó el escudero, indignado 
por aquel delito de lesa cocina. 
Bueno, basta, amiguito: te voy a hacer callar 
con una sola palabra: servicio del rey.., 
¡No hay más que decir!...—suspiró Didier. 
¡Pero es una lástima! 
Ensilla en seguida los caballos, y dentro de 
un cuarto de hora marchamos. 
¡ Bien, señor! 
Didier se retiró a enjaezar los caballos, y en 
tanto el barón se paseaba a lo largo de su 
tienda, 
A lo lejos vió venir hacia él la prominente 
estatura de Mérovic, y en seguida se le ocurrió 
llevarle consigo en la arriesgada expedición que 
iba a emprender, 
El valeroso gigante valía por dos hombres: 
no sería demasiado llevarle con él, pues se ¿La a 
la ipnrevisto, al peligro quizá... 
64 
a 2 
Ad
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.