Full text: El capitán la Garde de Jarzac

GEDROESUS:PATZ MOOD EEN 
mera mirada! ¡Esta vez la copa está llena!... ¡Me 
vengaré! 
Fijó sus ojos castaños en Rinaldo, que seguía pos- 
trado. 
-—¡Levántate l—ordenó con imperioso acento de 
mando.—-No es hora de esperar tranquilamente, sino 
de obrar... He cambiado de opinión. Ya no quiero 
que aguardes la salida del capitán francés; ¡quiero 
ir a buscarle yo misma, a arrancarle de los brazos 
de esa Isolina maldita! 
—¿Cuándo, signora? 
—¡En seguida... en seguida! ¿Está abajo tu gón- 
dola ? 
—-Sí, señora. 
-—¿Cuántos hombres tienes? 
-—Dos. 
—Eso no es nada. 
—Nosotros tres valemos por seis. 
—¡Os pagaré como si fuerais veinte, como si 
fuerais cincuenta, como si fuerais ciento !-—exclamó 
Cornelia en el colmo de la exaltación. 
Aquella mujer debía ser tan vehemente en el mal 
como en el amor. 
Fatigada, a veces; satisfecha, nunca, como Mesa- 
lina, de quien tal vez descendía... ¿quién sabe? 
—¡Partamos ! —rugió, envolviéndose en una capa 
de terciopelo oscuro. 
— ¡Veremos ! —murmuraba Cornelia mordiéndose 
furiosamente los labios.—¡Veremos si la mujer del 
dux no puede más que la mujer de un senador! 
YI 
EL BESO INTERRUMPIDO 
--Mi querido amigo, sois seductor... 
% 2. pa . 
—Todo lo que queráis, señora, pero me prometis- 
teis una historia y aun no me la habéis contado. 
288
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.