Full text: El capitán la Garde de Jarzac

O PORO ES: SPITZMOLCER 
La joven no respondió: pero un sentimiento de 
ansiedad y de júbilo se leía claramente en sus hermo- 
sos ojos, en tanto que con su mano izquierda com- 
primía los latidos de su corazón, y se pasaba repe- 
tidas veces la derecha por la frente, como para apar- 
tar de ella una sombra importuna. 
Paulino adivina el trabajo que se opera en aquella 
mente sojuzgada por otra; siente que el pensamiento 
muerto ya no actúa para mandar y querer, y que es su 
pensamiento, el del propio Paulino, el que va a domi- 
nar la débil voluntad de la niña, asendereada y que- 
brantada por tantas tormentas. 
Experimenta una alegría inmensa ante el milagro 
que su amor va a operar, y es tal su emoción que 
durante largo rato no puede hablar, y se limita a 
contemplar a la adorable niña, 
Pero hay en su mirada una ternura tan ardiente 
que Herminia parece dominada por ella. -A su vez 
mira con dulzura a Paulino. 
—¡Querida, querida mía!—dice éste al fin,—¿no 
es verdad que reconoces a Paulino, a tu prometido?... 
¿no es verdad que te acuerdas... y que me amas 
aún... ? 
Herminia no responde, pero, a medida que el 
joven habla, sus ojos se animan y se llenan de lágri- 
mas. 
Entonces, estrechando sus manos con afán, con- 
tinúa el barón: 
—¡Herminia, amada mía! leo en tu frente los es- 
fuerzos de tua pensamiento para reconstituir el caro y 
triste pasado... Escucha, acuérdate de Paulino de la 
Garde... ¡De tu castillo de Roquebrune ! ¡De madame 
de Colignac, tu abuela, tan buena!... ¡De tu hermoso 
país natal... del lindo río Argens!,... Recuerda cuán 
dichosos éramos cuando nos paseábamos los dos por 
sus sombrosas márgenes, hablando de nuestro amor, 
de nuestro porvenir, cogidos de la mano, como ahora...
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.