Full text: El corazón secuestrado

na 
a e 
AS in 
EL CORAZÓN SECUESTRADO 
—¡Ah, maridito mío! 
Y de pronto preguntó: 
—+¿Quién hay en el cuarto de al 
lado? 
No había ruido alguno. El doc- 
tor Thurel había entrado de pun- 
tillas y yo había cerrado otra vez la 
puerta. 
Estaba tan asombrado que no 
contesté, Ella siguió diciendo: 
—«¿Es alguno de tus amigos? 
¿Por qué no me lo presentas?... 
Se olvidaba del sitio en que se 
encontraba, del traje que llevaba, 
de todo... Se dirigió a la puerta con 
paso seguro, la abrió suavemente, 
171
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.