EL CORAZÓN SECUESTRADO
agua al mayor ladrón del mundo
depositar un beso en la frente de mi
bien amada, no pude retener, des-
graciadamente, un grito de cólera...
y en seguida desapareció el fenó-
meno, es decir, no quedó en el agua
más que el reflejo de Patrick... la
imagen de Cordelia se había des-
vanecido, mientras oío gritar al mise-
rable: ¡Remember! ¡Remember!
(¡Acuérdate! ¡acuérdate!)