Full text: El corazón secuestrado

Al verla tan contenta y con los ojos 
tan brillantes me sentía muy emocio- 
nado. No la había encontrado jamás 
ten hermosa. Cuando estuvimos en 
nuestras habitaciones se lo dije un 
poco más de cerca y con mucha ve- 
hemencia, aunque prudentemente. 
¿Habría llegado a ser lo bastante 
dueño de su cero para no tener nada 
que temer de los caprichos de su 
polígono? Ante la idea que si abra- 
zaba a mi esposa se iba a quedar 
instantáneamente dormida en mis 
brazos, grandes gotas de sudor me 
corrían por el rostro. 
— ¡Dios mío, Héctor, cómo su- 
das!-—me dijo, secándome la frente 
267
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.