Full text: El corazón secuestrado

CORAZÓN SECUESTRADO 
pló nuestros besos en las pla- 
yas más hermosas del mundo. 
Fuimos a Capri, Sorrento y 
Castelmare. Los barqueros can- 
taban. Yo había quemado  to- 
dos esos pequeños libros llamados 
«guías», porque había observado 
que cuando los llevaba, Cordelia 
no me hablaba, en todos los sitios 
por donde pasaba, más que de 
muertos, lo cual era muy triste. 
Mi pequeño auto de fe nos 
ahorró muchas historias sobre 
Tiberio y tutti quanti. “Todo 
eso habíamos ganado. Claro 
que no nos escapamos de Pom- 
peya, pero esa no es una excut- 
mp 
L2/)
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.