Full text: El corazón secuestrado

EL CORAZÓN SECUESTRADO 
dido antes y de lo que pasaría des- 
pués! ¿No es ésta la verdadera con- 
dición de la dicha? Es preciso no 
pensar demasiado... ¡No, no hay 
que pensar! ¡Mirad lo felices que 
éramos los dos desde que pensába- 
mos lo menos posible! Por lo demás, 
estábamos siempre juntos, el uno en- 
frente del otro, y no teníamos nece- 
sidad de preguntarnos: «¿En -qué 
piensas?» Durante esas ausencias de 
un espíritu preocupado es cuando el 
«polígono» hace diabluras. El 
mejor método para que el pensa- 
miento no se extravíe es no pensar. 
Creedme a mí. 
Pero, para ello, es preciso estar 
275
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.