GASTÓN LEROUX
tor y el retrato que hace un momen-
to nos han enviado, lo mismo que
con ciertos sucesos que tanto me han
hecho sufrir antes de mi casamiento.
—-¿Cuáles >—preguntó.
—Su viaje precipitado...
— ¡Pues bien, es verdad! Y de
esto precisamente quiero hablarte,
para que no vuelva a hablarse nun-
ca más de ello entre nosotros. Has
de saber que Cordelia llegó una
tarde al castillo en compañía de un
extranjero que había encontrado en
el patio de un cortijo pintando a una
moza dando de comer a los pollitos.
Me dijo que aquel hombre era un
artista sin Igual, y que le estaba muy
88
Al LA MS