Full text: El crimen de Buif

EL CRIMEN DE BUIF 
De suerte que el pobre Lafrita, que no tenía un 
sueldo fijo, que carecía de rentas y que vivía del 
precio de lo que escribía a seis céntimos línea, se 
encontraba amenazado de morir de hambre por 
poco que el señor Bidasse acentuara su desprecio. 
Lafrita había ido, pues, a Auteuil porque no te- 
nía nada que hacer, y cometió la imprudencia de 
llevar consigo su último billete de cincuenta 
francos. 
El repórter se había dicho: 
—No hay cuidado que juegue; sería una torpeza 
perder el dinero en las carreras cuando no estoy 
seguro de poder pagar el alquiler de mi cuarto 
dentro de quince días. 
Pero todos sabemos lo que valen estos buenos 
propósitos. Cuanto menos dinero se tiene, más se 
necesita; cuanto más se necesita, más deseos se 
tiene de ganar una buena carrera, la buena carrera 
que nos sacará de la miseria como por encanto. 
Y cuanto más ganas se tiene de ganar una Ca- 
rrera, más persuadidos estamos de que la gana- 
remos, 
En tal caso, basta que un caballo se cotice a 30 
contra 1, para que veamos el premio en nuestro 
bolsillo, 
* Porque uno se dice: 
—Toda mi vida lamentaría no haber aprovecha» 
do una ocasión como ésta. 
Y, a pesar de sí mismo, se dirige uno a las ta» 
quillas,
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.