Full text: El crimen de Buif

16 G. DE La FOUCHARDIERE 
vez de estar ahí como un idiota? Estamos perdien- 
do el tiempo los dos. 
—Los tres—dijo gravemente el inglés señalando 
el objeto causa de la discusión —. Olvidas al 
señor... 
Buif se echó a reir de muy buena gana, pues la 
broma le parecía ingeniosa; pero no tardó en que- 
darse con la boca abierta. La frase del mozo de 
cuadra suscitaba en él un orden de ideas inconce- 
bible, monstruoso, y mirando el cuerpo desolla- 
do, la broma se transformaba en siniestra realidad. 
Lo que tenía ante sus ojos era el cuerpo de un 
ser humano. 
Un cuerpo despojado de su piel, lo que no hu- 
biera bastado para impedir que lo reconociera el 
ojo menos prevenido, si los cuatro miembros no 
hubieran sido seccionados casi a ras del tronco, si 
el rostro, sin nariz, sin ojos, sin orejas, sin cuero 
cabelludo, no ofreciera el aspecto de una simple 
bola encarnada, de un sangriento queso de Ho- 
landa. 
El conjunto ofrecía el aspecto y la apariencia de 
los animales preparados para exponerlos en las 
carnicerías. Era carne como la que vemos corrien- 
temente, carne apetitosa para el consumidor colo- 
cado desde el punto de vista comestible. Sólo de- 
venía horrible si se reconocía la forma humana. Y 
realmente había que saberlo antes para adivinarla, 
porque jamás, jamás se hubiera podido imaginar 
semejante horror. 
A A e AA A ic A O a
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.