184 G. DE LA FOUCHARDIERE
Recoja también algunos detalles póstumos sobre el
conde de Lestriviére.
AÑ —El conde de Lestriviére, intimo... Este título
A hará muy bien a la cabecera del periódico.
Lafrita salió de El Gran Diario. En el fondo te-
A nía sus razones para sentirse satistecho de esta mi-
) sión que le confiaba el señor Bidasse con el pro-
) pósito de serle desagradable.
El repórter fué a la calle de Fragonard, donde
estaba seguro de encontrar a Buíif, que en el do-
micilio de su esposa vivía con ésta una nueva
luna de miel.
—Bicard, vengo para que me compañes a Mai-
sons-Laffitte.
Buif se estaba desayunando con su gente me-
nuda. Precisamente se encontraba dando de beber
a su hijo menor un bebedizo cuyo solo color hubie-
ra quitado el apetito a un náufrago de la Medusa.
—Es vino con caldo— explicó a Lafrita—. Es
muy bueno para el estómago, más fortificante que
un biftec, y está uno alimentado para todo el día...
q Además, hace crecer a los chicos... ¿Quiere usted
probarlo? e
—NOo, gracias.
Y Lafrita repitió:
h —Vengo para que me acompañes a Maisons-
] Laffitte.
ll —¡Si las carreras son hoy en Saint-Cloud!
—No se trata de ir a las carreras—contestó La-
frita—. Se trata de nuestro negocio.