CAPÍTULO X
DESENLACE
Sa aproximadamente las doce de la noche. El
inspector de Seguridad se encuentra con Buif
y Latrita en un departamento del último tren que
sale de la estación de Saint Lazare para Maisons-
Laítfitte. Lafrita y Buif están ahora perfectamente
tranquilos, pero el inspector se muestra muy ner-
vioso. Tenía motivos para ello, pues acababa de
pasar media hora en compañía de un caballero que
había recibido dos balas en la cabeza, falleciendo -
poco antes de terminar su declaración.
—En fin—dijo bruscamente el inspector a La-
frita—, puesto que conocía usted el nombre del
verdadero culpable, ¿por qué no lo dijo en seguida?
Fué Buif quien contestó:
—¡Ya lo creo! Pero si hemos intentado regalar la
martingala a todos nuestros clientes. ¡Pero no hemos
tenido suertel La primera vez que Lafrita pronunció
el nombre del doctor Boudon, los guindillas lo lleva-