MISS ATLANTICO» es
Y No he hecho grandes viajes y cuando los he hecho ha
Sido en viaje oficial con séquito, dicen que hay muchos
delincuentes ? Si aquí, en América sobre todo, donde es-
an los “ases” de la delincuencia, se sospecha que tú lle-
Vas una fortuna encerrada en esa maletita, podrán qui-
tártela; yo creo que lo mejor es que inmediatamente va-
Yas a un Banco y encierres tus alhajas.
—Sí, ¡claro!, pero mañana; ya hoy es tarde para ir a
Un Bánco, y esta noche, ¡figúrate!, no van a enterarse
Os delincuentes, como tú dices, de que yo he llegado y
Me “den el golpe””; además, como esta noche no dormi-
té sola...
te . . .
Miss Atlántico”, sonriendo feliz, se apretó contra el
Principe y él la besó en los labios con voluptuosidad.
¿No creas, es una gran responsabilidad para mí tam-
sen; te aseguro que no me agrada saber que tenemos
Aquí, tan cerca, una fortuna que es una gran tentación
Para un malhechor. ¿Cuánto valdrán tus alhajas, más o
Menos? '
«“ .
Miss Atlántico” miró a la maletita y calculó mental-
Mente :
Yo creo que pueden valerme dos millones de dólares.
anto ?
A porque tengo piedras maravillosas; ya te las en-
€ luego; tengo brillantes magníficos que pesan mu-
os quieres? Ha sido el gran capricho mío, el gran
10 de mi vida, de esa vida que ya te contaré,
TX que no me has contado.
TAhora, cuando estemos tranquilos, en tierra, cuan-
Mos “uno del otro” completamente, te contaré mi
nido sí mi vida azarosa, de grandes aventuras, ha te-
ore una finalidad : el dominio de la vida, el gran
y las alhajas. Tú no sabes lo que yo he tenido
Que luchar, inventar, sufrir algunas veces, para conseguir
Una alha; p , . -
o alhaja grande, bonita, que yo había visto en una jo-
A ta en Londres, en París, en Nueva York, en Berlín,
el mundo,
me*
AS