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Por la ventana abierta han visto otra ventana y tras
ella un ¿grupo de mujeres en camisa que chillan y
discuten con ademanes vivos y palabras s0€eces.
Casi en seguida un taconeo estrepitoso y otra mu-
jer que sube la escalera en chancletas y bata, muy
repintada y muy escandalosa. Las muchachas se mi-
ran y sin decir una palabra descienden la escalera y
salen d el portal :
Es necesario comer. Y 4
t | Entonces se hacen cargo de que ha dado la una
18 y no han comido; y lo más grave, que no saben
cuándo, cómo, ni en dónde comerán. Las dos pe-
Ñ setas con cuarenta céntimos de que disponían al sa-
lir de casa han duedado reducidas con el tranvía, el
Ñ Metro y el periódico a una cuarenta y cinco. ¿Qué
pueden comer dos mujeres con una peseta cuarenta
¡| y cinco céntimos? Según Amparo, muchas cosas.
UN Chorizo, pan y queso. Boduerones. Sardinas en
lata. Agujas de ternera. Bocadillos. Soldados de
y Pavía. Merluza frita. Crocretas. Café con media.
y | Dos tazones de caldo. Leche con ensaimada o con
eN suizo. Plátanos, que alimentan mucho... Y aun
| puede sobrar dinero para otro vaso de leche por la
b noche.
—¿Nada más que leche?
|
E —¡Anda, y que no falte!
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