ENTRE PURGATORIO Y GLORIA 249
bién era preciso liquidar — poquísimo le que-
daría a Lucy, si le quedaba algo. Claro que Artá
no se sorprendió por el resultado, tan poco ha-
lagúeño, del examen hecho por su amigo, pues
algo por el estilo suponía él, pero le preocupó
hondamente el disgusto que la muchacha se iba
a llevar, dado que no se figuraba la gravedad del
mal, si bien los informes que el administrador
le diera hiciéronla entrar en alarma.
Pero como no era factible mantenerla por
más tiempo en la ignorancia, sobre todo porque
Lucy se hallaba enterada de que se estaba ha-
ciendo un estudio minucioso y detenido de sus
asuntos, indicó Antonio a su amigo que cum-
pliera su misión con toda claridad.
— Esta es, por tanto, la exacta situación de
la casa — concluyó el abogado después de expo-
nerla con todo detalle, con vista de los datos que
había tomado y del balance que el Administra-
dor hubo de formular — y tenga usted la evi-
dencia de que no he perdonado esfuerzo para
encontrar una solución más favorable a sus in-
tereses.
— Estoy segura de ello, y le agradezco mu-
cho su interés — contestó Lucy y, tras breve
pausa, dijo después: — De modo que usted no
encuentra más que un camino para salir airosa-
mente de este mal paso: vender lo antes posible
las dos fincas, tratando de que den por ellas el