Full text: Entre purgatorio y gloria

ENTRE PURGATORIO Y GLORIA 61 
— Aprensiones de usted, sin fundamento. 
Ya sabe el cariño, la verdadera devoción que he 
puesto al imaginar, primero, y llevar a cabo des- 
pués, la figura que representa usted en el drama. 
Cuanto usted expresa tan bien, su... 
— ¡ Hola, Marcelo! Creía que se había usted 
marchado ya y, al pasar, me pareció oírle aquí, 
— interrumpió Isaba, entrando en el cuarto de 
Carmita, con el abrigo puesto. 
— Me alegro mucho de que haya venido. 
Figúrese, don Pedro, que Carmita está toda 
triste y apesadumbrada porque cree que no ha 
gustado al público en la obra; que va hacia 
atrás, como el cangrejo; que los morenos se ale- 
jan de ella y... ¡hasta que la encuentran fea! — 
dijo el autor, echándolo a broma. 
— Y lo sostengo — afirmó la joven. — Y si 
don Pedro fuera franco conmigo, me daría la 
razón. 
— ¿Qué le parece a usted, don Pedro? 
— Carmita ha entendido e interpreta su pa- 
bel admirablemente. Decir otra cosa sería ofen- 
derme, pues supondría que yo, director de es- 
Cena, no era capaz de apreciar los defectos de 
un actor, ni sabía corregirlos y que, además, le 
Sacaba a escena para que se pusiese en ridículo 
¡como si en su fiasco no fuera envuelto algo de 
mi renombre artístico! 
— ¿Ve usted, Carmita ?
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.