Full text: El verdadero hogar

EL VERDADERO HOGAR 71 
con ayuda de Eladio «el Aragonés», al que hubieron 
de acudir los cónyuges, y quien, en su hombría de 
bien, no pensó en reclamar parte de tanta riqueza 
y casi lloró cuando los esposos, una vez bien guar- 
dado el tesoro, le regalaron mil pesos, que al buen 
hombre se le antojaron una fortuna inacabab!e y 
portentosa. 
Tal vez por la ostentación que hizo Eladio de su 
dinero, tal vez por alguna frase impensada que se 
le escapó en un momento: de expansión, lo cierto 
fué que entonces las gentes empezaron ya a hablar 
de si los Guisando habían encontrado un tesoro y 
de que la esmeralda que empezó por entonces a 
lucir doña Torita, era parte de aquél y que había 
sido arrancada del dedo de una momia descubierta 
en un tabique. 
Pero como los Guisando no cambiaron de modo 
de vivir y continuaron su existencia tranquila, 
modesta y cómoda, las comadres concluyeron por 
no ocuparse más que de Pascuas a Ramos del par- 
ticular del tesoro, quedando como única prueba 
palpable de tan misteriosas riquezas el anillo es- 
meragdino que pasando de una mano inerte a otra 
viva, lucía ahora al sol, verdeando como una glau- 
ca pupila de nereida, 
Los mil pesos de Eladio evaporáronse rápidos. 
Tardaron en desaparecer año y medio, pues aun- 
que Eladio gastaba, sus hábitos de orden y econo- 
mía le guardaban de despillarrar. Pero como todo 
tiene un fin, lo tuvo también aquella bonita canti-
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.