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Con razón César Daly decía, que sólo la expedición de una buena
convocatoria era asunto de un concurso y de un premio. Además, se
hace necesario la competencia y tino de las personas que forman las
bases de la convocatoria, pues aquí se ve que se fija sin dar razón al-
guna, que el monumento sería una columna, colocada en el centro de
una gran plaza.
La elección del sitio para levantar el monumento, el centro de la
plaza era el más conveniente, tanto filosóficamente como para embelle-
cer dicho lugar: lo primero porque así como los Españoles al conquis-
tar 4 México, establecieron la Catedral católica sobre las ruinas del an-
tiguo teocali dedicado 4 Huitzilopochtli y el Palacio sobre la casa nue-
va de Moctezuma y muchos años después colocaron la estatua de Car-
los IV en la plaza principal como honra á aquel rey, lógico es por lo
mismo que allí donde imperaron los españoles con sus virreyes, allí
estuviera el monumento de la Independencia, triunfante sobre el go-
bierno que la Nación Mexicana había derrocado.
En cuanto al efecto de dezorar nuestra gran plaza, nada mejor que
establecer en ella tan grandioso monumento y los accesorios que pro-
yectaba Hidalga.
Decía yo que no faltaron concursantes y conforme lo establecía la
convocatoria apareció en “El Siglo XIX” la resolución del jurado,
que concedía el primer premio al proyecto presentado por D. Enrique
Griflon, y el accésit al presentado por D. Lorenzo Hidalga; pero el
gobierno que era el que en último resultado había de aprobar en defi-
nitiva el proyecto para la ejecución del monumento, expidió el si-
guiente decreto:
“Ministerio de Relaciones Exteriores y Gobernación.—Excmo. Sr.
—Habiendo examinado el Excmo. Sr. Presidente provisional de la Re-
pública, en junta de ministros, con la mayor detención, todos los pro-
yectos presentados para la construcción del monumento que con arre-
glo al decreto de 27 de Junio de este año ha de erigirse en el centro de
la plaza principal de esta ciudad para perpetuar la memoria de nues-
tra gloriosa independencia; impuéstose asimismo de la acta en que
consta la calificación hecha por la junta general de la Academia de
San Carlos, como también de los premios que esta corporación conce-
dió a los autores de diversos proyectos, é instruido por último de los
presupuestos formados y demás constancias que obran en el expedien-
te, ha tenido á bien resolver lo siguiente:
19 8. E. el Presidente usando de la libertad que se reservó en el de-