VICENTE G. ZARZUELA 173
MÚSICA SEVILLANA
ESCONOCIDA,- 0, lo que es peor, falsamente co-
nocida la música sevillana, bien merece que,
por cuantos medios se alcancen a los que la
estudian y sienten, se trabaje por aclarar el
equivocado concepto que de ella se tiene ge-
neralmente, y que ha sido, y es, causa de que se utilice
como marco a la deplorable «España de pandereta», en
cuya rectificación total nos interesamos cuantos amamos
a nuestra patria y admiramos Sus verdaderos cantos po-
pulares, reflejo fiel de sus costumbres y de su historia.
ER
No, no es música sevillana el flamenquismo. No es
música sevillana la del cantaó que, sentado apenas al borde
de una silla, desabrochado el rizado cuello del camisolín,
cerrados los ojos, la mano izquierda sobre la rodilla, blan-
diendo en la derecha grueso bastón o diminuta vara, con
que simula marcar compás que no aparece; después de uno
o más ¡ay!, prolongados y tristes, desarrolla un tema de
incontables gorgoritos y escalas; más que escalas, quejidos,
que, partiendo de la séptima del acorde que ha punteado