234 QUIEN NO VIÓ A SEVILLA...
Un grupo de cigarroras mientras cede paso el día
a San Bernardo retorna, a la noche brilladora,
y mira el lujo y el fausto que renueva y aun agranda
con más malicia que cólera, sus encantos y su pompa,
Cae la tarde: la Giralda el rumor de su gentío,
viste su traje de rosa; su balumba fragorosa...
brilla en el cielo una estrella, Y hay quien se queda en la Feria
y a poco un lucero asoma. y aguarda a que el alba rompa, A,
Y en luces de cien colores aunque no seguramente
su luz la Feria transforma, por escuchar las alondras...
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Y quien vino a ver la Foria, más artífices que majos,
¿podrá decir donde vaya más obreras que beatas!
que vió la tierra del Betis, Que si es tierra rezadora,
que vió la ciudad de plata, aun más que reza trabaja,
que conoció la Sevilla, y por cien golpes de pecho
tan famosa y decantada, da mil golpes en las fraguas.
y que se lleva al regreso Y en el cielo transparente
su sér entero en el alma? se confunden y se hablan
¡No, por Dios! Que vió a la hermosa humo blanco del incienso
compuesta y endomingada; y humo negro de las fábricas.
y debe volver a verla ¡Quién olvidará, Sevilla,
en su vida cotidiana, si sus sentidos no tapa,
en su intimidad tranquila, tus huertos y tus jardines,
en la calle y en la casa, paraisos que no acaban,
asomada a sus balcones, en que la flora más rica
y yendo a misa de alba, su pompa fecunda explaya,
¡Oh gran Sevilla! En tu Feria desde el clavel encendido
todo es bulla y algazara, hasta la celinda pálida!... /
fuerza y color, garbo y rumbo, ¡Flores en las aguas quietas,
confusión y mezcolanza... flores en todas las ramas,
Mas ¿quién olvida, aturdido, flores de luz en el aire,
el tesoro de otras gracias, flores de amor en las caras!
que no por menos ruidosas Y los sentidos se excitan
deben ser menospreciadas?.., sin distinguir las fragancias,
¡Viva la tierra que tiene, aunque dicen azahares
en cien colmenas humanas, que ellos se llevan la palma.