12 ANALES DEL MUSEO DE LA PLATA
hase apenas deprimida, cuello relativamente eorto, labio pronunciado hacia el exterior, y provista de dos
asas anchas y de muy poco espesor (plancha L, fig. 841
Como en el ejemplar anterior, la mayor parte del vaso está pintada de rojo
vivo ; el tercio superior externo, toda la superficie interior hasta la angostura
del cuello, el reverso de las asas, y á partir de la unión de éstas en el vientre de
la jarra, una faja del mismo ancho que aquéllas, la que termina en la misma
línea de la base. En el resto, y en ambos frentes, se ven dos registros con una
greca en cada uno de ellos, formada por dos nuevos elementos ornamentales ;
la terraza y el ankistron que como se hallan unidos forman el motivo conocido
con el nombre de elimankistron. Debo ad vertir que los ankistrones están formados
por dos líneas, y que en la composición general figura el color rojo en los eliman-
kistrones de la serie inferior de cada registro y el negro en la superior. Del lado
externo de las asas, se ve una sucesión de líneas, que forman ángulos agudos
cuyos vértices están dirigidos hacia arriba, y para las que se han empleado,
sobre fondo blaneo, los colores negro y rojo, esta vez no observando la menor
alternación (fig. 10).
ara no ser tedioso, me bastará decir que la técnica del modelaje y el pre-
parado de la pasta, son idénticos al del ejemplar anteriormente deseripto.
Por último, medida la jarrita de que me ocupo, acusa: 113 milímetros de
FIG. 10. — Andahuala (893
; diámetro exterior de la boca, 34 milímetros de diámetro interno, 118 milíme-
E E
tros de diámetro ecuatorial, 121 milímetros de altura total, 34 milímetros co-
mo ancho de las asas, y 5 milímetros de espesor 'asi constante en la paredes.
Fué encontrado en Andahuala (provincia de Catamarca).
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Observaciones
Las diversas alfarerías deseriptas en el parágrafo anterior ofrecen, casi sin excepción alguna, orna-
mentos de un carácter francamente eskeiomórfico.
Con tal motivo, no he titubeado en considerarlas como pertenecientes á una industria alfarera anti-
gua — relativamente — dentro del período neolítico del noroeste argentino y anterior, desde luego, 4
aquella caracterizada por los vasos que presentan motivos ornamentales zoomórficos estilizados.
Sin embargo, podría objetárseme que mi suposición no tiene fundamento científico desde que las in-
vestigaciones en el terreno son deficientes por completo. Efectivamente, los estudios de arqueología sis-
temática realizados en las provincias andinas ó subandinas de la República Argentina, son limitados,
tanto, que aportan una ínfima porción de elementos positivos de criterio. Las investigaciones, lo más de
las veces, se han verificado por personas poco competentes ó eserupulosas, por comerciantes de anti-
etiedades, ó por simples particulares víctimas de un dilettantismo realmente inoportuno.
Las excavaciones más ó menos prolijas realizadas hasta ahora y cuyos resultados han sido publica-
dos, no me proporcionan elemento alguno de comparación. Las sepulturas de Chañar Yaco y Hualfín,
explotadas por los profesores Samuel A. Lafone Quevedo y Carlos Bruch respectivamente, no ofrecen
puntos de contacto con los objetos descriptos en páginas anteriores 2 los interesantes cementerios y
paraderos » de la cuenca del río San Francisco, en el Chaco jujeño, corresponden á una eultara que se
Número 893 las colecciones arqueológicas del Museo,
2 SamurL A. LAFONE QUEVEDO, Las huacas de Chañar Yaco, en Revista del Museo de La Plata, 11, 353 y siguientes, La
Plata, 1891; LaroNE Quevebo, Catálogo descriptivo é ilustrado de las huacas de Chañar Yaco, en Ibid, UL, 33 y siguientes,
La Plata, 1892; €. Brucn, Descripción de algunos sepuleros Calchaquíes, en Ibid, XI, 11 y siguientes, La Plata, 1904,