a
cían ser restos de paredes. Koa es en mu-
cho la más alta. Tiene la forma de una
cúpula; las faldas son muy pendientes, en
algunos lugares, verticales. En su lado
oriental se han formado cuevas por la ac-
ción del agua, y una de ellas tiene un her-
moso portal con dos aberturas. Graciosos
helechos las adornan. Una de estas entra-
das es la puerta de un callejón largo y tor-
tuoso, cuyo piso está cubierto con agua a
alguna distancia. Este callejón aun no
ha sido explorado, pues el temor de que
fuese la habitación de algún animal acuá-
tico, ha amedrentado a todos de penetrar
más adentro de cien pies, (1" Se cree que
esta galería natural atraviesa toda la isla
y tenga su salida en el lado occidental de
enfrente. Vimos la abertura casi inacce-
sible por donde se supone que está la sali-
da. Kochi es en mucho la más grande
del grupo. No la visitamos, a causa de
ser muy tarde en el día, (* pero la vimos
de muy cerca y de todos lados. Apareció
triste y pelada, y don Miguel Garcés nos
informó que no contenía vestigios de la