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bro a otro, unas sartas de ciertas cuentas
llamadas chaquiras, las cuales eran hechas
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de huesos y conchas de la mar de varios
colores; no usaban traer zarcillos ni hora-
darse las orejas”. (*! ll
De los antiguos vestidos de los varo- i
nes, han quedado la gorra puntiaguda, el
poncho y el camisón. Los alfileres y agu- l
jas también se usan. (** Los hombres han
adoptado, además de camisa y chaqueta,
una especie de pantalones anchos, abiertos
atrás, de la rodilla para abajo—-el llamado
calzón. (** Un pañuelo de colores brillan-
llantes, a veces con dibujos notables, suje-
ta a esta especie de pantalón a la cintura,
y los pantalones se revuelven cuando tra-
bajan o están de humor especialmente be- Il
licoso. Poca protección de las extremi- Il
dades inferiores, ropa sucia y descuidada, |
y la gorra puntiaguda, con el sombrero de
paño pequeño, de falda angosta y de co-
pa redonda, son para los varones los com: I
ponentes esenciales de un vestido de dia- |
YO aymara en las islas, así como en las |
orillas del Lago y en la puna.