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tiene tres pies de alto Todos estos baila
rines eran hombres. Usaban las chaquetas
grises y atadas con cordones, tan comunes
en los mercados de La Paz y encima un
corsé hecho de piel de jaguar, parecido a
una coraza. Una falda, hecha de algodón
blanco y bien plegada, a veces bellamente
pespunteada, se agitaba sobre sus miem-
bros. Los cabecillas llevaban la tricolor
boliviana y lanzas, y su cofia consistía en
un sombrero duro, con tres corridas de plu-
mas de loro con los colores nacionales:
amarillo, rojo y verde.( La bulla que
hacía este grupo, con flautas y con bowm-
bos de tolo tamaño y clase, asustó a nues-
tros animales, a pesar de que eran viejos y
decrépitos. Siguiendo a los “Chunchu-Si
curi”, una segunda procesión se dirigía al
villorrio, Este era el antiguo y honorable
grupo de los “Chiriguanos”. Su vestido
consistía en traje festivo usual del aymara:
chaqueta, pantalones, camisa blanca y u ve-
ces un chaleco. Subre éstos cubría una
capa blanca, graciosa cuando está nueva,
pero ya muy usada. Sobre esta capa una