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Las tormentas en el lago Titicaca son 
violentas, y las. olas, aunque cortas, son 
peligrosas. Le balsa indígena es una em- 
barcación pesada, lenta y excesivamente 
atrasada, pero nu puede hundirse. Si se 
corta en dos, cada pieza flota por sí, y pue- 
de ofrecer albergue a seres humanos. ** La 
natación es imposible, puesto que la tem- 
peratura del agua es tan baja que el nada- 
dor luego se entumece y se hunde.” 
Rara vez se ve vida animal lejos de las 
orillas del Lago. Gaviotas (Larus serra- 
nus) siguen de vez en cuando al vapor, y 
algún zabullidor de ocasión (Podiceps, 
Tachyobaptus. y Centropelma)* hiende el 
agua con ese modo alegre y gallardo que 
recuerda el movimiento de un remolcador 
diminuto. En extensiones cubiertas de 
algas lacustres, o “totora” (Malacochaete 
totora), se mueven bandadas de estos na- 
dadores ágiles al rededor de la hermosa 
“choka” (Pulica gigantea), pájaro gallardo 
de pluma negra metálica, con cabeza y 
cresta de color claro. Un pájaro verde 
obscuro parecida a la cigúeña, posiblemen-