391
makani” (el que posee obscuridad) se da-
rán en Otra parte.
55 El que el Tllimani sea un “Acha-
chila”? poderoso ya se moncionó (nota 98),
15) gl Misti y todos los volcanes enge-
neral eran considerados (y lo son hoy en
secreto) como fetiches de alto rango. En
cuanto al Misti se demostró esto claramen-
te durante la terrible erupción del Omate,
cerca de Moquegua (Sur del Perú), en
1600. Cuando la erupción estuvo en su
mayor apogeo la ciudad de Arequipa se
sumió en la obscuridad, caían cenizas vol-
cánicas con regularidad, la tierra temblaba
y tronaba terriblemente, asi como también
una penumbra cárdena iluminaba los cie-
los del Sudeste; los indios vestidos de rojo
mataban a sus carneros, gallinas y conejos
y principiaron a bailar, cantar y beber sin
moderación. Algunos de sus brujos, des-
pués de sacrificar llamas ante el volcán se
dice que pretendieron “haber hablado con
el diablo, quién los informó de la catástro-
fe que debía tener lugar, y como el vol-
cán de Omate había tratado de consertarse
88