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tiradas las piedras a fin de limpiar el cam- 
po para el cultivo, pero la que remataba 
en el borde oriental de la meseta estaba in- 
tacta. Aquí descubrimos tres cuartos, te- 
niendo el del centro un largo de cuarenta 
pies y un ancho de diez y ocho pies. Los 
cuartos a derecha e izquierda del mismo 
habían sido tan registrados, que no se pu- 
do adquirir ninguna idea de su tamaño. 
El del Norte estaba separado del central 
por un callejón de viente pulgadas de an 
cho, más o menos, y el espesor de las pa- 
redes era de tres y cuatro pies, respectiva 
mente. Al Sur del departamento central 
habían dos callejones paralelos deun espe- 
sor no mayor de diez y ( cho pulgadas, sien- 
do el de la pared que los separa de cuatro 
y medio pies, mientras que el costado del 
cuarto meridional, o resto de un cuarto, 
era sólo de tres pies de espesor. De estos 
callejones el uno se dirige en derechura a la 
base de la meseta y el otro hace ángulo a 
fin de abrazar el salón central en dos, sin 
comunicar con el callejón que separa el 
departamento septentrional de la meseta.