E
— +)
715 —
más próxima a 200 pasos de la roca y lla-
ma a la primera o más distante de estas
entradas “Pumapuncu,” a la del medio
“Kentipuncu” y a la última “Pillcopun-
cu.” Dice que las tres estuvieron a veln-
te pasos una de otra. Fray San Nicolas
(Imagen, etc., fol 23) concuerda con Cobo.
La entrada al grupo de edificios que ro-
dean a la roca debía ser precedida de una
“confesión.” El que estuviera en uso
cierta confesión entre los aborígenas pe-
ruAanos, parece seguro, también el que tu:
viera por resultado la expurgación y abso-
lución. Sobre este detalle, Arraiga Extir-
pación, Cap. 111, p. 18 es explícito: “Au-
'achic,que en el Cuzco llaman [churis,es el
Confessor, este oficio no anda solo sino que
siempre es annexo, al Villac, o al Macsa
sobre dicho. Confiessa a todos los de su
Ayllo, aunque sea su muger, y hijo. Es-
tas confessiones son siempre en las fiestas
de sus Huacas. y cuando an de yr camino
largo. Y son tan cuidadosos en su oficio,
que é topado yo algunos muchachos que
nunca se avian confessado con Sacerdote